«Baby Led Weaning» (BLW), consiste en una alimentación complementaria guiada por el propio bebé, que permite que el lactante manipule los alimentos con sus manos y se los lleve a la boca. El objetivo es que los padres vayan dando al bebé poco a poco trocitos de los alimentos que comen habitualmente la familia. Algunos padres se llevan las manos a la cabeza, pero lo cierto es que ya nuestros abuelos comían así, porque no les preparaban purés como a los niños de ahora.

Lo que ocurre es que actualmente por las prisas y el estrés diario les resulta más cómodo a los padres darle un puré al niño, cucharada a cucharada, que esperar a que mastique alimentos poquito a poquito y los trague.

La presidenta de la AEPap aconseja que lo más recomendable es que a los bebés se le ofrezcan los alimentos de la misma comida que al resto de la familia «siempre que sea saludable», como pueden ser trocitos de judías verdes, patatas, pescado, pollo, garbanzos, plátano, pera, galletas… Lo ideal es que los coja con la mano para que experimente las distintas texturas y, al masticarlos, se favorecerá que se fortalezcan todos sus músculos de la boca. Al principio tomarán muy poquito, pero poco a poco se irán acostumbrando y comerán una cantidad mayor.

Después de que los pruebe y se compruebe que no quiere más, se les puede ofrecer el pecho, o la leche de fórmula en su caso, hasta que queden saciados.

Ayuda a fomentar una mayor aceptación de los alimentos normales de la familia con una variedad de texturas y sabores y a conseguir un mayor consumo de alimentos más sanos, sin olvidar que es fundamental para promover hábitos de alimentación saludables en edades tempranas, así como para fomentar el desarrollo psicomotor del niño.

La alimentación complementaria con cuchara puede ser necesaria en algunos niños. Es importante que los padres conozcan qué alimentos son más adecuados para empezar (blandos, que se puedan manipular con la mano y ser aplastados por la lengua contra el paladar), cuáles tienen mayor contenido en hierro y cuáles deben evitar por el riesgo de atragantamiento (frutos secos, zanahoria cruda, frutos con hueso o semillas).

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imagen de http://www.maminatura.com

¿Cuándo empezar a utilizar el BLW?

Según la Asociación Española de Pediatría (AEPED) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) sabremos que el bebé está preparado si…

  • Se mantiene sentado. Esto nos indica que el grado de maduración muscular a nivel digestivo también es suficiente. Si aún no es capaz de mantenerse sentado lo más probable es que la musculatura orofaríngea y sus capacidad de masticar/deglutir también sea insuficiente.
  • Ha desaparecido el reflejo de extrusión (mecanismo de seguridad que tienen todos los recién nacidos para protegerse del atragantamiento, por el que expulsan cualquier objeto que entre en la boca).
  • El bebé muestra interés por otros alimentos.
  • Sabe mostrar hambre y saciedad con sus gestos (al acercarle comida, el bebé que tiene hambre abre la boca y mueve la cabeza hacia delante; en cambio, si el bebé está saciado, cierra la boca y aparta la cabeza).

En la próxima entrada mi experiencia con el BLW.

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¡Hasta muy pronto¡